Incluye
- Traslados aeropuerto
- Guía local en español
- Noche en Jaima en el Desierto
- Combustible
- Guía Autorizado
- Ruta en 4x4 con choffer
No Incluye
- Billetes de avión
- Bebidas
- Almuerzos del mediodía
- Entradas a monumento y propinas
El inicio de este fascinante circuito tiene lugar en Marrakech, ya sea en el aeropuerto, en vuestro hotel o en cualquier otro punto previamente acordado. Nuestro experimentado chófer/guía de habla española estará listo para llevaros en dirección a las majestuosas montañas del Alto Atlas, una impresionante barrera natural que se erige como paso obligado para alcanzar el desierto del Sahara y, consecuentemente, el desierto de Merzouga. Este viaje nos llevará a través del puerto de montaña más alto, Tizi N’tichka, que nos brindará la oportunidad de disfrutar de vistas espectaculares del entorno y explorar asentamientos tradicionales bereberes.
Cerca de Ouarzazate, realizaremos nuestra primera parada en la kasbah Ait Ben Haddou, una fortaleza bereber construida en adobe que ostenta el prestigio de ser Patrimonio Mundial de la UNESCO, así como escenario de destacadas películas y series, incluyendo Juego de Tronos. Posteriormente, nos sumergiremos en la pintoresca ‘carretera de las mil kasbahs’, denominada así por la abundancia de estas fortalezas a lo largo de su recorrido, atravesando también el Valle de las Rosas y el Valle del Dades.
Al caer la tarde, llegaremos a Boumalne Dades, una pequeña localidad que impresiona por su singular ubicación, enclavada en gargantas rocosas de aspecto futurista. Pasaremos la noche en uno de sus encantadores riads, donde también se incluirá la cena.
Tras disfrutar de un abundante desayuno en el riad de Boumalne Dades, nos embarcaremos de nuevo en la carretera. Nuestra primera parada nos llevará a Tinerhir (o Tinghir), cuyo significado en tamazight, una variante de la lengua bereber, es la ‘ciudad de la montaña’. La vista de este asentamiento, enclavado entre las rocas y las palmeras, será sin duda merecedora de una memorable fotografía.
Luego continuaremos hacia las impresionantes Gargantas del Todra, cuyas espectaculares paredes rocosas, alcanzando los 200 metros en algunos tramos, harán que las gargantas del día anterior parezcan una simple recreación. Disfrutaremos de estas formaciones desde la sinuosa carretera que las atraviesa y también exploraremos a pie algunos de sus tramos más fascinantes. Posteriormente, llegaremos a Rissani, conocida por su animada medina, donde escenas curiosas, como su parking de burros, capturarán nuestra atención.
Poco después, alcanzaremos nuestro ansiado destino: el desierto de Merzouga y las dunas de Erg Chebbi. Para acceder a este impresionante paisaje, cambiaremos nuestro medio de transporte y optaremos por dromedarios (o alternativamente vehículos 4×4) que nos llevarán en un paseo único. En el corazón de este desierto se encuentra nuestro campamento de jaimas, donde nos recibirán con un té de bienvenida y una cena merecida. Aquí, en estas tiendas tradicionales, disfrutaremos de todas las comodidades mientras el silencio del desierto de Merzouga y la luminosidad estelar nos acompañan en esta noche tan especial.
Si la noche anterior fue especial, no lo será menos el amanecer del tercer día: cuando el sol comienza a ofrecer su baño diario de luz a las dunas del desierto de Merzouga, nos subiremos de nuevo a los dromedarios para retornar a la localidad de Merzouga.
No hay tiempo que perder, por lo que volveremos a la carretera para ponernos en ruta. La primera parada del día será Erfoud, famosa en el mundo de la paleontología por albergar infinidad de fósiles de gran valor, algunos de ellos de dinosaurios. El oasis en el que se encuentra es muy fotogénico y ha servido de set de rodaje para películas como La Momia. El principal río que lo alimenta, el Ziz, conforma desde aquí un valle que recorreremos en dirección norte.
En este tramo llegaremos a Midelt, importante población enclavada en el Medio Atlas, donde tomaremos el almuerzo para recargar energías. Después, la ruta nos llevará a Ifrane, sorprendente ciudad conocida como la ‘Suiza Marroquí’ por su altitud, sus abundantes precipitaciones (algunas en forma de nieve) y sus casas a dos aguas. Y por último, llegaremos a Fez: en el aeropuerto en el lugar que acordemos concluirán nuestros servicios y nos despediremos con la esperanza de un próximo reencuentro.